Argentina es el primer país en alcoholismo en América latina.
El alcohol es la sustancia más consumida por alumnos de todo el país. Comienza a los 11 años. A los 15 años, el 70% ya consumió alcohol. Primero cerveza, luego vino y siguen bebidas fuertes.

El inicio del alcohol en escolares es la puerta que
induce drogas-adicciones. destructivas del chico y la familia.
FALTA de CONTROL sobre los hijos y un ESTADO ausente, son dos razones en el
descontrol del alcoholismo.

¿Qué podemos hacer Madres Y Padres para prevenir el consumo de alcohol?
Hay pautas que ayudan:
- Hablar con sus hijos antes de que prueben alcohol por primera vez.
- Promover comunicación y un clima familiar afectivo, con actitudes de reconocimiento y respeto
Los niños entre 9 y 13 años ya piensan en bebidas alcohólicas. Es más fácil comunicarse con un niño de 7 u 8 años que con un adolescente.
El 80 % de los adolescentes reconoce la influencia de sus padres en su decisión de tomar alcohol. Hablar con ellos antes de ir a la universidad evitará que se convirtieran en bebedores - Reglas claras: sobre no tomar bebidas mientras sean menores y establecer castigos firmes con consecuencias al romper esas reglas.
Explicarles cómo negarse a aceptar beber cuando alguien les ofrece. - Amigos: El mayor riesgo es que su mejor amigo consuma alcohol.
Conocer los amigos disminuye el riesgo en menores.
Conocer los padres de los amigos y fomentar un grupo protector. Definir medidas consensuadas ayudará a prevenir las causas del consumo: reuniones en los hogares e influir en las políticas públicas locales. - Buen ejemplo: Si los padres toman alcohol los menores adoptarán los mismos hábitos.
- Promover actividades extraescolares reducen el riesgo del consumo de alcohol y la droga-adicción en adolescentes: deportes, danza, música y arte son excelentes excusa para no beber ya que el alcohol afecta el rendimiento.
- Reconocer las 7 señales que advierten si un chico bebe alcohol:
• problemas escolares o de conducta,
• amigos nuevos,
• pérdida de interés en actividades o
• su apariencia,
• olor a alcohol en el aliento o la ropa,
• hablar arrastrando los sonidos,
• problemas de coordinación y de memoria. - Pedir ayuda: su hijo difícilmente confesará que estuvo bebiendo. Pida que otro pregunte para recibir contestaciones sinceras.
- Si sospecha de consumo, actuar con prudencia.

Evitar acusaciones, bombardeo de preguntas, vigilancia y posturas rígidas. Tampoco actuar con indiferencia. No registrar pertenencias y habitaciones porque los hijos lo viven como una traición a la confianza.